Como Unión de estudiantes secundarios nuestra intención es repudiar la cruenta respuesta represiva por parte del gobierno nacional chileno al reclamo de los estudiantes organizados que piden una reforma integral del sistema educativo.
Jamás admitiremos la represión como respuesta al conflicto social, y por más que desde los medios hegemónicos hayan querido instalar a Chile como país modelo, sabemos que esta ilusión de crecimiento no tuvo su correlato en políticas que beneficien al conjunto de los sectores populares en ese país.
Chile cuenta con un sistema educativo que excluye a miles y miles de jóvenes, que concibe a la educación como un medio para el lucro de unos pocos y no como servicio público. La desigualdad se agudiza según la región a la cual pertenece el estudiante y el acceso a la educación superior sigue siendo una utopia para ciertos sectores.
Frente a esta notoria desigualdad social, los estudiantes han decidido organizarse y movilizarse para decir basta a esta concepción de la educación como negocio. La respuesta del gobierno chileno frente al reclamo se materializó no solo como represión con el fin de seguir dando preeminencia a la educación privada, sino también como atentado al derecho a la verdadera educación inclusiva, participativa y para todos.
Es en este marco donde nosotros como estudiantes secundarios asumimos un compromiso con la realidad latinoamericana, porque creemos en la Patria Grande y porque levantamos bien alto la bandera de la educación pública y gratuita
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