A partir de la difusión en los medios del caso de la madre que retiró a sus hijos del Colegio Rosario por enterarse de que a dicha escuela la dirige un ex ministro de la dictadura, mucho se ha nombrado la Unión de Estudiantes Secundarios de Rosario, porque hemos sido los que alertaron a la sociedad mediante un escrache sobre el rol de Ricardo Pedro Bruera no sólo en esa escuela, sino que también de la asociación educativa que preside (Aprodece).
Creemos que es hora de que hablemos nosotros, sentimos la obligación de hacerlo, de dejar claro nuestro pedido (que se fue renovando a medida que se renovaba el caso), no sólo por ser los impulsores de un inminente repudio general hacia el represor que hoy educa con libertad, sino porque llevamos la lucha por la memoria y la justicia como bandera, y nuestro compromiso de jóvenes secundarios por remover el pasado así nos lo dicta.
Nos los dicta hoy, que el Ministerio de Educación de la provincia tomó el caso, tanto como nos lo dictaba allá por marzo pasado cuando junto con H.I.J.O.S hicimos el escrache dando aviso a los rosarinos de que ahí (Córdoba 603) vive uno de los responsables de la destrucción de la educación pública en Argentina.
Nuestro objetivo era alertar a la sociedad, y ese fue un objetivo cumplido, ya que no sólo personas ajenas a la institución escucharon los cánticos de memoria, sino también la madre de dos alumnos de dicho colegio.
Esta madre realizó sus propias investigaciones, y al enterarse de que quien dirige la escuela no sólo es director sino que fundador e ideólogo de métodos propios de enseñanza, que lleva a cabo enseñando en el terciario con los libros que él mismo escribió, decidió cambiar a sus hijos de escuela. Desde ahí ella se comunicó con nosotros y fuimos actuando en conjunto.
La noticia cobró trascendencia debido al hecho concreto del cambio de escuela de los niños y posteriores aprietes del apoderado legal de la institución (Claudio Murcilli), pero creemos que a medida que la noticia crecía lo esencial del caso iba quedando más aislado y más perdido, y eso es lo que hoy aclaramos, por eso hablamos, por eso desde nuestro lugar reclamamos.
Los niños no deben jurar la bandera los 20 de Junio nunca más ante un cómplice civil de la dictadura, por eso pedimos que retiren a Ricardo Bruera de todos sus cargos. Creemos esto más inmediato que la quita de subsidios a la escuela, debido a que el Colegio Rosario le brinda la copa de leche a sus alumnos. La UES Rosario no está en contra de la institución, pero si de los métodos de estudio que propone, ideados por el mismo que ideó el Operativo Claridad de persecución y censura a los ‘subversivos’. Por eso también pedimos que en el terciario que educa a futuros profesores no los instruyan más con libros escritos por Ricardo Bruera, publicados por su propia editorial.
La escuela tiene que educar y no puede estar aislada de la coyuntura actual. La escuela tiene que enseñar, y alguien que cerró establecimientos, persiguió a alumnos y profesores ejerciendo como ministro, no puede regir la enseñanza de todo un monopolio educativo. La escuela tiene que ser el lugar de los alumnos para que crezcan y para que se formen en paz, en la cultura de la solidaridad, ya que en el futuro serán los encargados de enseñar.
Que el pasado no siga manchando el presente. Y que el futuro florezca limpio, ajeno a ideas fulminantes para el pensamiento de los argentinos. Que no echen raíces los que le cortaron las piernas al pueblo, porque ellos son los culpables del vaciamiento ideológico que el presente está saldando. Todavía quedan gérmenes divulgando ideas asesinas, y quienes tienen la responsabilidad no se tienen que lavar las manos, sino que además de tomar el caso deben profundizarlo. Como jóvenes somos los encargados de que la frase Nunca Más sea mucho más que dos palabras, por eso estamos acá, diciendo lo que pensamos, haciendo público nuestro reclamo.
UES ROSARIO - JULIO 2011
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